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El secreto de Atitlán

6 julio 2009

lago de atitlan

Según las indicaciones de Gabriel, Eva se encontraba en una región que se extiende entre las oscuras tinieblas de las grutas cavernosas bajo el lago de Atitlán. Según él, donde ahora permanece el lago, se abría la siniestra oquedad de un terrible cráter volcánico cuyas ardientes entrañas estaban siendo impulsadas hacia el exterior por el soplo de una legión de demonios, con la intención de sepultar a todos los pueblos circundantes por la devoción que cultivaban al Dios del Amor, de la Fertilidad y de la Vida.

Debido al llanto y a las oraciones de los habitantes, que iban viendo como aquel terrible volcán iba exhalando con más intensidad el humo sulfuroso de sus profundidades, Dios mandó al ángel Rafael para liberarlos de tan dramático fin. Rafael y sus legiones estuvieron volando varios días sobre el cráter mientras escuchaban las bellas oraciones de las gentes humildes que se arrodillaban ante la celeste presencia. Entonces fue cuando de la compasión nacida de Rafael y sus huestes, brotaron las lágrimas sagradas de sus bellos ojos, que cayendo sobre el cráter consiguieron apagar la furia ígnea de sus abismos para que en su lugar se extendiera el lago sagrado que ahora reina la altiplanicie de aquellas salvajes tierras de Guatemala. Fue de esa manera, como aquellos demonios quedaron presos entre los socavones subterráneos bajo el lago de Atitlán, y cómo todos aquellos pueblos fueron librados por Dios a través del Ángel Rafael.

El primer día me instalé en Antigua. Allí contraté los servicios de Armando, un taxista de mediana edad con un carácter inclinado hacia la complacencia y el servicio, actitud que le proporciona unas generosas propinas por parte de los turistas europeos y americanos. Lamentablemente, gran parte de ese dinero extra se lo gasta en beber por las noches de cantina en cantina, donde su servicial carácter se hace mucho más lúdico y desatado.

Al día siguiente ordené a Armando que me llevara hacia la ciudad indígena de Chichicastenango. No paró de llover durante todo el trayecto y las nubes se negaban a dar la entrada a los cálidos rayos del sol, lo cual nunca resulta una señal favorable al destino. Allí me serví de la experiencia de Armando para poder contactar con un antiguo Chamán que me pudiera dar pistas sobre el oculto paradero de la entrada a la oscura región bajo el Lago de Atitlán, donde el alma de Eva va mermando en luz y fuerza.

La verdad es que no me quedaba demasiado tiempo, y resultaba necesario poder contactar aquel mismo día con el Chamán para poder enfrentarme cuanto antes con el Perverso.

Aún así las cosas no siempre acontecen como uno espera. Tuve órdenes de esperar arrodillado en las antiguas escalinatas mayas de la iglesia de Santo Tomás hasta nueva señal, y tras esperar así un par de horas, un muchacho de unos doce años se me acerca, y colgándome un crucifijo de madera me dice que Don José me podrá recibir a las 12 de la media noche en el cementerio Maya. La condición era que tendría que ir solo y que nadie podría verme entrar al recinto fúnebre. Después de aquello, el niño me bendijo y se marchó corriendo perdiéndose entre las callejas del mercado que se extiende a los pies de la Iglesia.

13 comentarios leave one →
  1. 6 julio 2009 23:09

    Este fragmento tiene un ambiente que recuerda aquellas viejas historias de aventuras que tanto me gustan. Resulta curioso revisarlas sintiendo la presencia de los angeles sobre ellas.
    Muy hermoso capitulo, monsieur.

    Bisous

    • Michel Piperón permalink*
      6 julio 2009 23:24

      Estimada Dama, ciertamente Michel Piperón muestra en esta entrada su lado más aventurero y vulnerable. Me alegra que le parezca el capítulo hermoso, siempre es halagador viniendo de usted.

      Bisous

  2. 7 julio 2009 18:57

    Da un poco de frío ese lago, a pesar de contener un volcán. E impresiona una cita a media noche en un cementerio. Los espíritus me hacen temblar. Muy bien escrito, michel.

    • Michel Piperón permalink*
      8 julio 2009 16:59

      Gracias Isabel, la verdad es que nunca sabes lo que te puedes esperar de las criaturas que provienen de la región de la muerte.

      Vamos a ver en que lío se mete ahora Michel.

  3. 9 julio 2009 22:07

    ¡Qué tenebrosa la cita a medianoche en el cementerio! El niño me ha recordado mucho a aquella historia, creo que de San Agustín, sobre la imposibilidad de explicar el misterio de la Trinidad. Estoy deseando leer cómo transcurre esa entrevista con don José. Un abrazo!

  4. Michel Piperón permalink*
    9 julio 2009 23:04

    Estimada Ana, Michel está acostumbrado a relacionarse con el mundo de los muertos, tanto como con el mundo de los vivos. Aunque la verdad es que nunca se puede subestimar la suerte de los cementerios a esas horas de la noche.

    Por cierto, me encanta San Agustín.

    Un abrazo

  5. 11 julio 2009 15:35

    .

    …Ay, aay de solo pensar ya estoy temblando, demuestras mucho carácter al asistir a esa cita Michel, pero no hay duda de que de los sarcófagos saldrán milenarios misterios que te serán útiles para enfrentarte a las huestes del mal… conozco Atitlan, a mi juicio es el escenario perfecto para develar secretos. Que la luz del amor que sientes por Eva esté siempre contigo

    Cuídate querido, me da cosas que de súbito entres al mundo de los Qliphoth

    • Michel Piperón permalink*
      13 julio 2009 19:37

      Querida Natasha, no me queda más remedio que acudir a esa cita, ¿qué podría hacer si no?. Necesito rescatar a Eva para que ella después rescate a mi alma. Gracias por estar siempre ahí.

      Un beso

  6. 14 julio 2009 02:32

    .

    …Lo sé mi valiente, lo sé de algún modo con tu preciosa osadía estás haciendo efectivo los principios del tikkun ovam… ke la fuerza de la luz te acompañe en todo momento

    (sé ke lo que escribes tiene asidero en tu vasta experiencia y es una forma muy singular y completamente distinta de indagar sobre el principio de lo ke se ha dado en llamar la ciencia del bien y del mal, y la posibilidad de encontrar soluciones ke nos permitan retornar indemnes al origen)

  7. 14 julio 2009 02:45

    .

    …PD 1: ayy Michel, estaba tan nerviosa que erré al digitar, quise escribir «olam» en vez de ovam, la frase es Tikkun Olam,que significa «restaurar» o recoger los pedazos de la vasija rota y retornarla a su forma original para contener la luz… en fin tú me entiendes.

    besos

    PD 2: no olvides de enviarme los textos de «G» muero de ansiedad por leerlos de nuevo. Gracias de antemano y mi cariño de siempre para mi inolvidable amigo

    .

    • Michel Piperón permalink*
      14 julio 2009 14:28

      Mi linda Natinat, lamentablemente solo conservo muy pocos textos de «G», no te preocupes, te los enviaré más pronto que tarde… ¡pero si son malísimos!, la verdad es que tú si que me sorprendes.

      Gracias, un beso.

  8. Ines permalink
    18 julio 2009 19:44

    Hola, me gustaria felicitarte, por esta historia, hoy la encontre por casualidad navegando y me llamo la atencion y me ha encantado espero con impaciencia a que la continues ^^

    Un saludo Michel

    • Michel Piperón permalink*
      20 julio 2009 20:10

      Hola Inés, te agradezco tus generosas y amables palabras. Espero que te siga gustando esta historia.

      Un saludo.

      M.

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